La vida de Rubén Darío escrita por él mismo



Edición

11 de Septiembre — 5 de Octubre de 1912 | 1915

i

Contenido

76 páginas

b

Imprenta y Litografía

Casa Editorial Maucci



País

Barcelona, ESPAÑA

Descripción

“La vida de Rubén Darío escrita por él mismo” apareció por primera vez en el semanario argentino Caras y Caretas, donde se publicó por entregas entre los meses de septiembre y noviembre de 1912. Tres años después, se imprimió la primera edición de la obra en formato libro, reproduciendo el texto aparecido en la revista, con el añadido de un capítulo final –“Posdata, en España”– que quedó incorporado a la versión definitiva de un texto que, con el título de Autobiografía, pasó a formar parte del volumen XV (1920) de las Obras Completas del escritor nicaragüense, publicadas por la Editorial Mundo Latino.

Dentro del confuso universo de una producción literaria compleja e impregnada de autobiografismo, La vida de Rubén Darío escrita por él mismo posee el innegable mérito de contribuir a la creación de un “espacio autobiográfico” dariano, pues se convierte en la llave maestra que nos permite comprender cómo convivieron durante cuarenta y nueve años los dos Daríos: la persona y el personaje; el hombre que vivió siempre en lo cotidiano y el poeta que nunca renunció a la eternidad.



Fragmento

«Mi primer recuerdo —debo haber sido a la sazón muy niño, pues se me cargaba a horcajadas, en los cadriles, como se usa por aquellas tierras— es el de un país montañoso: un villorrio llamado San Marcos de Colón, en tierras de Honduras, por la frontera nicaragüense; una señora delgada, de vivos y brillantes ojos negros —¿negros?… no lo puedo afirmar seguramente…, mas así lo veo ahora en mi vago y como ensoñado recuerdo—, blanca, de tupidos cabellos obscuros, alerta, risueña, bella. Esa era mi madre.»

Versión HTML enlace

La vida de Rubén Darío escrita por él mismo
La vida de Rubén Darío escrita por él mismo
La vida de Rubén Darío escrita por él mismo
La vida de Rubén Darío escrita por él mismo
La vida de Rubén Darío escrita por él mismo
La vida de Rubén Darío escrita por él mismo
La vida de Rubén Darío escrita por él mismo (Spanish Edition) (2017)
La vida de Rubén Darío escrita por él mismo

Azul es en si el Rubén Darío poeta es todavía importante para toda la lengua española, sus prosas no lo han sido menos, como, asimismo, su biografía y peripecia vital fueron y son legendarias por los efectos de su fuerte personalidad literaria y humana. De allí que siga siendo una experiencia de contacto directo irreemplazable leer lo que el rey de nuestros poetas (1867-1916) cuenta sobre sí mismo.

Tal vez estas prosas obligadas no están a la misma altura de otras del autor, sin embargo, es importante ver cómo Darío se veía a sí mismo y sabía que otros lo observaban, al igual que escucharlo narrar, de propia mano, la historia de sus libros.

 


Presentación

Siempre sorprende a los lectores saber que Rubén Darío (1867-1916) conoció la fama siendo apenas un jovencito en su natal Nicaragua y que los presidentes centroamericanos de entonces se disputaron la protección de este poeta precoz en todas sus vibraciones de hombre y artista.

Que más tarde, donde era más difícil competir como en Chile, en Argentina y en España, Darío conoció la gloria, la consagración y el renombre, éxitos que no suelen ser frecuentes para los escritores latinoamericanos, se piensa que por las características de las sociedades en las que viven y trabajan. En el caso de Darío, se trata de una fama merecida, pues su obra cambió el concepto y la sensibilidad de la poesía.

El resultado es que la historia completa de la lengua española, incluyendo la peninsular, pasará siempre por Darío para contar los comienzos de una actualidad llamada, precisamente, con el nombre del movimiento renovador del cual este poeta fue y sigue siendo su rey: el modernismo. Pasado el tiempo de ese movimiento, incluso superado lo temporal de su patriarca, Darío sigue siendo el punto de referencia.

Acerca de la importancia de su poesía todavía se trabaja y cada generación se siente voluntariamente obligada a hacer su balance. Acerca de sus prosas ocurre lo mismo. No menos con los hechos vitales de un hombre exitoso, contradictorio, enfermo por el alcohol, dotado además de una complicada vida amorosa. Cómo pudo cubrir sus gastos, figurar siempre en primera plana, «hacerse una posición», Según pretendía de muchacho, resulta siempre ese lado humano que sigue despertando la curiosidad de los lectores.

Para redondear sus ingresos o para obtener algunos escribió y publicó de manera infatigable en la prensa de su tiempo y toda revista hispanoamericana lo reproducía. De esta colaboración nacieron sus mejores prosas —que con su poesía, marcaron época— y hasta ficciones narrativas. Aunque de menor calidad redactó a los 45 años (1912) —le quedaban cuatro de vida— el relato de su peripecia vital. En este volumen se restituye el título original, La vida de Rubén Darío escrita por él mismo que le solicitara el director de la revista Caras y Caretas.

Deshilvanado muchas veces, desmemoriado otras, obligado en ciertas ocasiones a silenciar o disimular acontecimientos, este cuento de Darío resulta sin embargo una experiencia singular. Sus biógrafos posteriores han logrado aclarar muchas oscuridades vitales y documentado mejor su peripecia, o desmentido errores de interpretación, pero el contacto directo con lo que Darío escribió a la fuerza sobre sí mismo es insustituible.

Pasa lo mismo con el trabajo llamado «Historia de mis libros», que le solicitara el periódico La Nación de Buenos Aires, también en 1912, y que puede llegar a ser un acercamiento paralelo y parcial para el conocimiento de lo más importante, el escritor y el poeta.

Fuera pues de las notorias deficiencias de estas piezas de literatura memorialista, la galería de nombres y sucesos, relaciones y lugares, la manera cómo Darío se entiende a sí mismo frente a la historia, constituyen un lugar indispensable para aumentar y desvanecer los mitos y leyendas que, con toda lógica, suscitó su personalidad.

Por otra parte, se ha dicho, en la literatura hispanoamericana no abunda la confesión autobiográfica y es una lástima. Con pocos antecedentes, la impusieron los escritores modernistas en plena correspondencia con la estética que los animaba hasta cuando repetían mecánicamente las fórmulas que ellos mismos habían inventado. Pero esos inconvenientes los perdona el tiempo cuando pone en perspectiva el tamaño vivo de un autor como Darío.

«Todos los hombres —comienza el poeta citando a Benvenuto Cellini— que hayan hecho algo virtuoso o parecido a la virtud, para ser verídicos y de bien, deben escribir por sí mismos su vida, pero esa bella empresa no debe ser hecha antes de los cuarenta años». Pero alcanzada esa edad el escritor precoz había dado todo de sí y estaba consumido.


LIBRO DIGITAL (Ebooks)

EDICIÓN: . | Freeeditorial | 104 pag.

Cortesía: Cisterna de sol


Referencias Bibliográficas y Créditos Fotográficos