La crónica “Recordando días de vida parisiense. Una visita a Rubén Darío”, publicada en “Actualidades” (San Salvador, septiembre 1915), relata las impresiones de Ambrogi, precursor del modernismo en América Latina:
“… había sido para mí, durante mi permanencia en Buenos Aires, en 1898,… como un hermano mayor; y el cariño y la gratitud hacia el querido maestro, perduraban a través de los años… Enrique Gómez Carrillo me ha dicho… que Rubén estaba muy enfermo y que se había marchado a Palma de Mallorca,… ¿Qué efecto habrán producido en él los dieciséis años corridos desde el día en que, en una de las dársenas de Buenos Aires, en unión de otros buenos e inolvidables amigos, fuera a darme el benévolo abrazo de despedida?… Dicen unos que está muy viejo; otros, que está calvo, gordo,… hablan de enfermedades propias de la senilidad…”.
Referencia: El Nuevo Diario
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